SANTO DOMINGO (EFE).- República Dominicana ha reforzado la vigilancia en la frontera de Haití, que es escenario de protestas desde el lunes, pero mantiene abiertos todos los pasos oficiales con el país vecino, dijo hoy a Efe un portavoz militar.
En concreto, el Ejército dominicano «aumentó la presencia» de miembros del Cuerpo Especializado de Control de Combustibles (CECCOM) para cohibir el contrabando de combustible hacia el país vecino, que atraviesa una grave carestía de carburantes, afirmó el portavoz del Ministerio de Defensa, coronel Danieslivar Veloz.
«La frontera sigue funcionando normal», aseveró el vocero del Ministerio en declaracion.
El ministro de Defensa dominicano, Rubén Paulino Sem, afirmó este miércoles a medios locales que el Ejército «selló» la frontera, sin explicar qué medidas fueron adoptadas.
Desde el lunes, Haití es escenario de manifestaciones y de una huelga oficiosa que ha paralizado las principales ciudades del país, que han sido convocadas en protesta por la falta de combustible en las gasolineras, que se prolonga desde hace tres semanas.
Este miércoles continuaban los incidentes en algunos puntos de Puerto Príncipe, donde había algunas carreteras cortadas por barricadas.
En las protestas ha muerto al menos un joven por disparos, en un incidente registrado el pasado lunes en Carrefour, ciudad vecina a Puerto Príncipe.
La Asociación de Escuelas Privadas anunció el cierre de los colegios este martes y el miércoles, debido a la inseguridad que se vive en las calles.
El detonante de las protestas es la falta de carburantes desde finales de agosto, lo que ha obligado a cerrar la mayoría de las gasolineras del país.
El Gobierno haitiano anunció el martes la llegada de nuevos cargamentos de combustibles al país, pero también advirtió de que tendrá que aplicar un probable «ajuste» en los precios del gasoleo, en palabras del ex primer ministro Jean Michel Lapin, quien hizo el anuncio en nombre del Ejecutivo.
Haití atraviesa una honda crisis política y económica y el país carece de un Gobierno efectivo desde el pasado marzo, cuando fue cesado el primer ministro, Jean-Henry Céant, en una moción de censura.
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