PUERTO PRINCIPE.- La tranquilidad es la nota predominante este sábado en Puerto Príncipe, tres días después del asesinato del presidente Jovenel Moise, que dejó una complicada situación política y de seguridad.
En la comisaría de Pétion-Ville no se ven movimientos fuera de lo normal, más allá de la entrada de algunos efectivos, y su entorno está despejado de gente, en contraste con la turba que se organizó en el lugar tras el arresto de los primeros supuestos mercenarios colombianos.
Tampoco hay nadie en las inmediaciones de la morgue donde trasladaron el cadáver de Moise y el acceso a la vivienda del mandatario, donde se produjo el crimen, está despejada, aunque bajo vigilancia.
El entorno del Palacio Nacional también está el paz y solo las banderas a media asta dan testimonio de que hace solo unos días mataron a tiros al presidente.
La tranquilidad de las calles contrasta con el agravamiento de la crisis política desatada tras el magnicidio, entre diversas figuras que se disputan el poder.
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